La llegada de la monarca simboliza también un mensaje de esperanza: tras recorrer miles de kilómetros y desafiar el frío, estas mariposas encuentran refugio en los bosques mexicanos, recordando que la naturaleza, pese a las amenazas, sigue marcando el ritmo de la vida en el planeta.
Las primeras mariposas monarca (Danaus plexippus) ya comenzaron a llegar a México, marcando el inicio de uno de los fenómenos migratorios más impresionantes del mundo. Como cada año, millones de ejemplares procedentes de Canadá y Estados Unidos emprenden un viaje de más de 4,000 kilómetros hasta los bosques templados del centro del país para pasar el invierno.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), las primeras observaciones se registraron a finales de octubre en los estados de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, y en los primeros días de noviembre comenzaron a ingresar al Estado de México y Michoacán, donde se ubican los santuarios más importantes de hibernación.
Los bosques de oyamel, ubicados en la Reserva de la Biósfera de la Mariposa Monarca, se preparan para recibir a estos visitantes alados que permanecerán en territorio mexicano hasta marzo del próximo año. Se espera que en las próximas semanas se incremente el arribo de colonias en zonas como El Rosario y Sierra Chincua, en Michoacán, y Piedra Herrada, en el Estado de México.
Inicia la llegada de la mariposa monarca a México
Especialistas señalan que la migración de este año podría ser “moderada”, debido a las variaciones climáticas y a la disminución de asclepias —las plantas donde las monarcas depositan sus huevos— en Norteamérica. Sin embargo, destacan que su regreso a México mantiene viva una tradición natural y cultural de enorme valor ecológico.
Las autoridades ambientales exhortaron a los visitantes a respetar las zonas de amortiguamiento, evitar el uso de drones y no tocar a las mariposas, ya que su descanso es crucial para sobrevivir al invierno.
La llegada de la monarca simboliza también un mensaje de esperanza: tras recorrer miles de kilómetros y desafiar el frío, estas mariposas encuentran refugio en los bosques mexicanos, recordando que la naturaleza, pese a las amenazas, sigue marcando el ritmo de la vida en el planeta.



